jueves, 1 de noviembre de 2012

Noche Mágica del 31 de Octubre con Rocío Márquez

      Dicen que el día 31 de Octubre es un día especial. Esa noche, al entrar el día de Todos los Santos el velo entre este mundo y el de los espíritus se desvanece.  Ayer día 31 de Octubre te volví a encontrar, paseándote por la Casa del Aire. Un día lleno de arte, entre enormes lienzos con el nombre de Isabel Valles, escaleras arriba, escaleras abajo. Poco a poco las salas se fueron llenando de música, y  de sentimientos del alma coloreados de puro flamenco.
      Reencuentro, y nuevos amigos surgieron durante la tarde. Al llamar a tu puerta, Rocío, me abrazaste… El tiempo se detuvo,  el año de separación se evaporó en un instante y fue como si sólo unas escasas horas nos separase de nuestro último encuentro.  Mi maestro de yoga, Francisco, una vez me dijo:
Tenemos dos familias en esta vida. Una es tu familia carnal, tus padres, hermanos y demás familiares, pero existe otra que incluso puede que sea más importante que la familia carnal, es la familia del alma, pues son aquellas personas que te vas encontrando por el camino y conectas con ellas de una forma mágica, la sensación de afinidad te inunda el corazón, sin conocerlas las conoces, sabes cómo son, y el reencuentro te cubre de extrema alegría; esto se debe a que ya os encontrásteis en otra vida”.
     Esa sensación fue la que tuve contigo Rocío. Y mientras te veía cantar mi alma se unía a la tuya y me elevabas hasta el mismo cielo. Soy tremendamente afortunada en tenerte, y es increíble como mi familia del alma va creciendo con los años, pues son más de los que se pueden contar con los dedos de las manos. Hoy me centro en ti. La atmósfera se llenó de luz con la guitarra de Pedro Barragán y con tu voz una puerta se abrió en la estancia. Una figura de un hombre se acercó y se puso a mi lado. Y como he mencionado anteriormente la noche del 31 de octubre, el espacio entre lo material y lo espiritual se diluye. Allí estaba él, Eduardo, mi padre, que también vino a verte como lo hizo aquel día 26 de febrero del 2011, él día que fuimos presentadas por nuestro gran amigo Juan Pérez. Mi padre fue a verte aquel día y le enamoraste con tu arte. Y ayer con tu cante celestial pude verlo de nuevo.
Gracias, querida AMIGA. Gracias, Hermana del Alma.