IMPOTENCIA
Es tan fácil perderse en la nada. Ella se abrazaba, desolada, la impotencia la rodeaba... No podía creer que él la había abandonado definitivamente, había luchado en vano.... atada, amordazada... Así se sentía. Aún así lo seguía amando y lo amaría, se lo había dicho antes de despedirse... Algo que sólo su alma sabía y cuando algo no se resuelve, el mundo gira hasta que se retome y se salde la cuenta pendiente. Ambos eran polos opuestos, en situaciones opuestas... Ella lo intentó ayudar, que mirara dentro para librarse de sus propios demonios, de sus heridas del pasado, para que descubriera quien era en realidad y no contó que se enamoraría de él hasta la médula poniendo toda su vida patas arribas. Y al mirarlo sólo a él se olvidó de ella misma. No pudo ser un ejemplo a seguir para él, no pudo ayudarle porque él no se dejaba ayudar, miraba sólo afuera, se despreciaba.... Y ella se convirtió en su espejo, sin querer, reflejando ese malestar de él y su forma de ver el mundo y el amor. Si le decía la verdad él se cabreaba, si le mostraba el camino él la ignoraba... La frustración que ella sentía era brutal y más allá de todo, más allá de las circunstancias adversas, ella lo seguía amando ya que ella sabía que en la esencia ellos eran lo mismo, la misma energía en polos opuestos, la misma alma viviendo en dos cuerpos, en dos vidas totalmente diferentes y contrapuestas. Quiso mantenerlo como amistad y ni eso pudo, la ceguera de él y el agotamiento de ella hicieron el resto. ÉL tenía hermosas alas, y jamás las había usado, ella intentó enseñarle a volar en vano... Ahora él buscaba otra salvadora, otra que lo enseñara a volar y lo acompañara en su vuelo... "ojalá esta nueva salvadora lograra lo que ella no pudo conseguir" pensaba... Lo amaba tanto que sólo quería que fuera feliz aunque no fuera a su lado.
© LOLA SÁNCHEZ
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