sábado, 28 de febrero de 2015

Dia 24 de Febrero 2015. TRISTEZA.



TRISTEZA

Ángeles se había sumergido en sus pensamientos, allí siempre estaba él, y si sólo estuviera allí, quizás con una meditación o una relajación lo haría desaparecer unas horas, pero resultaba que estaba anclado en su corazón, y enredado en su alma. Ambos decidieron caminar separados, pero era sólo una ilusión, seguían unidos más allá de todo. Si, se engañaba era por no creer que estaban el uno para el otro. Había estado muy pocas veces en su vida triste, ella siempre había sido alegre, y éste entusiasmo era innato. Eso sí, bajo esa tristeza ella no dejaba de ser ella misma, eso la salvaba de la situación, y de todo, lo que la rodeaba. Porque ella sabía que todo lo que necesitaba saber, sentir, y mejorar estaba dentro de ella, y él reflejaba todos sus miedos, todas sus limitaciones y ella a su vez proyectaba en él lo que necesitaba cambiar y mejorar, nada se te presenta en la vida por casualidad, nada era porque sí, y eso lo sabía ella y él también. Ella necesitaba que esa tristeza se transformara en algo más positivo, quizás si volviera a tener fe, tener esperanza, todo se transformaría, se trabajaría, cada día para liberarse y liberarlo todo. Y así la tristeza se iría como se van las aves migratorias, quizás volviera a sentirla en otro momento, pero ahora sólo quería que se fuera. Eso sí, si él la volviera a abrazar toda esa melancolía se iría para siempre. Él antídoto más eficaz, abrazar a su propia alma,  y  abrazarlo a él era abrazarse a si misma.




© LOLA SÁNCHEZ


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