viernes, 6 de febrero de 2015

Día 6 de Febrero del 2015. OCULTO.



OCULTO


Sofía, miraba dentro, porque en su interior estaba aquello que se había callado y él no sabía. Se habían alejados, y sólo los reproches fueron lo último que se dijeron. Mientras ella se enfocaba en sacar algún aprendizaje de todo lo ocurrido él se enfocaba sólo en lo negativo, quizás porque es más fácil amordazar el amor con los errores y la ignorancia. Sofía había ocultado muchas cosas, sus verdades como puños él no las sabía, y aunque las supiera el había tomado la decisión de caminar su propia senda. Ambos no habían estado a la altura de la situación, compleja, y sumamente delicada, como siempre el ego ganó la partida, y ambos salieron perdiendo. Él creía que todo había sido un engaño, que ella jamás lo amó y nada más lejos de la realidad, lo amó y aún lo amaba. Era como si una Rosa muy roja se hubiese quedado sin florecer en su pecho, como si la brisa del viento se hubiese quedado atrapada en las ramas de un viejo árbol. Así tenía su corazón helado, y dentro de ese hielo llevaba una esfera donde se podía ver esos sentimientos que guardaba para ella, para la eternidad y que sólo le pertenecía a él por derecho, se lo había ganado. La conquistó poco a poco, como se conquista una nueva tierra, y sembró, deseos, ilusiones, noches de pasión y promesas. Se había enamorado de su alma, de lo que no se vé y si él hubiese insistido una sola vez, sólo una, ella hubiera terminado por sucumbir postrada antes él, pero la batalla la ganó los miedos, las falsas apariencias, los malentendidos, las desconfianzas y la cobardía. Ella hizo lo último, humillarse ante él para que no la dejara, y ante su rechazo su frágil corazón se rompió en miles de trozos vidriados, el dolor fue insoportable, horrible escucharlo, como lobos en pena en la media noche, como un alarido desgarrador que la partía por la mitad. Lo más sorprendente que tras, la impotencia, tras la rabia, tras la desesperanza que todo eso le producía, ella lo seguía amando, y lo amaría eternamente porque ella sabía que sólo el amor podría sanarla, el odio sólo la mataría, y la indiferencia la enterraría. Ella lo amaba así, porque su amor no era terrenal, no pudo serlo, sólo se completó en otros niveles de realidad, pero ella lo buscaría una y otra vez para completar lo incompleto, así se lo pidió a su alma y ella le respondió que sería así ya que eran la misma esencia,  ambos  tenían la misma afinidad. 



© LOLA SÁNCHEZ



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