viernes, 20 de noviembre de 2015

Ella voló...



María se lo había advertido muchas veces, tantas que se quedó muda y ahora el frío silencio era una muralla entre ellos. En su jardín las rosas se estaban secando, un abrasador sol las iba marchitando cada día más. Él se había a distanciado de ella, vivían juntos pero eran como dos desconocidos, la rutina la iba ahogando envenenándola. Había estado ciega, se había entregado demasiado a alguien que no hacía lo mismo y estaba desgastada.

"Por favor, sé más cariñoso conmigo"le había pedido ella a él, y su respuesta le quitó la venda de los ojos, "Soy así, no puedo cambiar". Y todo lo que él representaba para ella comenzó a  derrumbarse como un viejo edificio  sin inquilinos. Ella moría, moría porque él le negaba el agua, el aire, y la vida...  La magia había desaparecido. Había llorado mares y estaba seca como un desierto. Posó sus manos en su corazón y antes del amanecer lo escuchó "Vuela, vuela alto, libérate de todo" y escuchando  a su alma ella emprendió un nuevo camino, sin él. Ella Voló, libre.




© LOLA SÁNCHEZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario